29/9/15

Cinco, cuatro, tres…
No tienes nada mejor que hacer ahora mismo que pensar, y eso, como ya sabemos no viene nada bien a tus días. Los días que parecen tan largos como los viajes que hacías cuando te metías en la cama para despertarte en dos años. Pero todo eso, como ya sabemos no es posible…

Y ya te dije, no recaigas, no sigas, no prevalezcas, no finjas…pero sobre todo no lo des por vencido. Quizá no entiendas esto hasta que consigas ver una pequeña señal, o un mínimo detalle que te hace ver las cosas de otra manera tan distinta, que hace que te sonrojes,  sí, que sonrías como antes, que te miren los demás porque no entiendan el motivo de tu risa, y tú,  lo hagas más CLARO y más ALTO.
Y entonces es cuando empiezas a creerme. Te vuelves a reír, y otra vez sin saber por qué. Aunque eso, como ya sabemos, es lo de menos. Bueno, como ya ves, he logrado algo que hace exactamente treinta y dos segundos creías imposible. La cosa va mejorando ahora pero, como ya sabemos, esto acaba de comenzar…

Tres, dos , uno…

Ahora es cuando tu mente inconscientemente escucha esos tres números de manera más fuerte cada vez…hasta que, no te queda otra que hacer caso. De modo que, decides empezar el juego que, una vez dejaste apartado por motivos que ya no recuerdas de repente, y que, como ya sabemos, es mejor no acordarnos de ellos. ¿Por dónde íbamos? Ah sí, que retomas el juego y para eso ya sabes que tienes que coger la esfera azul y verde que tienes exactamente a la derecha tuya. La coges como si te diese vergüenza, como si fuese la primera vez pero, como ya sabemos, no lo es. Vamos a hacernos los tontos una vez más, ya me entiendes. Acaba de llegar un momento clave, vamos a ello… coges la gran bola del mundo, la pones enfrente tuya y la haces girar, mucho, muchísimo y cierras los ojos hasta que:  TRES, DOS, UNO…decides plantar tu dedo índice no sabes dónde y abres los ojos para ver donde quieres plasmar esta vez tus sueños…señores y señoras el sitio privilegiado esta vez para dirigir todas tus inspiraciones, sueños pero sobre todo ilusiones ha sido…

Hasta aquí puedo leer. La única persona que puede rellenar esto eres tú, y como ya sabemos, ahora te toca a ti poner en marcha los buenos pensamientos y cambiar a mejor. Por último, haré de adivino una vez más para decirte que estás volviendo a sonreír otra vez  y,  que me encanta.

8/7/15

Soñar es gratis, dice.
Sonríes para complacerle. Sí, para gratificar por los ánimos que te está dando aunque por dentro estés pensando que todo eso que te está diciendo ya te lo sabes de memoria. Palmadita en la espalda y para delante ¿no?...¿Es que acaso todo queda solucionado con decir que otra vez será, que siga soñando o que todo pasa? No, así no es. No puedes decirme que siga soñando, que soñar es gratis...¿Y lo caro que es cuando te estrellas contra el suelo defrente? ¿Eso qué? No puedes negarme que no posee un precio mayor que la joya más cara de este mundo en el que tú y yo nos damos la mano.  
Mil veces dices que no, luego te arrepientes y tu mirada describe un sí. Como algo repleto de furia vienes pero, en apenas  tres segundos y veintidos milésimas ya te has marchado de nuestro voluble cobertizo. Solo queda preguntarme, aunque mi propia mente lo aborrezca, qué jodido resultado has dejado, cuáles han sido las huellas que has plasmado esta vez y si mañana vendrás cuando el Sol esté en la misma posición.

12/4/15

Planeando la huida

Suena la música al 100% de volumen. Agarras la cremallera de la maleta, empiezas a tirar de ella como si hubieses estado mucho tiempo atrás deseando hacerlo. Abres la maleta, cubierta por una interminable capa de polvo. Como un alma que no sabe lo que quiere comienzas a echar cosas que ni tú sabías de su existencia, tales como ropa vieja, recuerdos escondidos en el tercer cajón de tu mesilla de noche, el pequeño cuadernillo rosa que lleva compartiendo tantas noches contigo y, poco a poco empiezan a querer salir y encerrarse allí para siempre el quedarse con las ganas, los sueños interrumpidos, los silencios que no debieron serlo, los deseos que nunca te atreviste a cumplir, todas las sonrisas fingidas, las noches malas, los sofocos sin razón alguna, las palabras que no pronunciaste por miedo y todas aquellas cosas que te hicieron diferente, que te hicieron ser como no eras. Pero todo eso acabará cuando cierres la maleta y te olvides de ello para siempre. Y es que la única persona capaz de conseguirlo eres tú, solo tú.

29/3/15

Idas y venidas

Nunca es tarde para ponerse a pensar en frío, lo más helado que puedas y ver, notar, apreciar y sentir cómo han cambiado las cosas desde entonces. Da miedo, incluso vértigo todo esto. Cómo tomarse el tiempo, los meses, los días...y sí, da vértigo verte hace un año y verte ahora. Dónde estás, cómo te encuentras y con quién. Cómo te sientes o cómo te hacen sentir. Lo piensas por un minuto y todo explota, te ríes, se te escapan esas carcajadas indescriptibles que te llevan donde siempre, a ese lugar, más bien a esa sensación. Esa sensación solo tuya y tan tuya que nadie comprende, ni desearía entenderlo.Tampoco lo dejaría, ni por un momento.
Porque sí, hay veces que es imposible no poder estar bien; los míticos días grises de lluvia que, ni siquiera puedes pasarlos acompañarlos de palomitas y manta...Pero qué más da si en menos de veintitrés horas y cincuenta y nueve minutos va a ser otro día, qué importa si puedes hacer que sea distinto, porque lo será. Qué más da si te lavas la cara y miras a ese espejo que tienes enfrente, que solo tú conoces y le regalas un guiño. Qué más da, qué importa si puedes ir al revés. Puedes vestirte  de rayas rosas y azules e ir en zapatillas por estar por casa hasta allí. O puedes vestirte con tu mejor vestido para cruzar la calle y comprar folios. O salir sin rumbo y aparecer en Sol. Qué más da todo eso, si sabes quién eres tú. 

22/3/15

No ha acabado, aún no ha despegado

Dime si estarás allí cuando ya no quede nada ni nadie. Cuando lo único que esté presente sean las últimas desilusiones colgando de una mísera cuerda que se desgarra poco a poco. Cuando lo que reine sea el caos y la confusión, fieles amigas que se dan la mano. Cuando solo las nubes dominen el cielo, y sea solo eso lo que vea a través de su retina. Cuando no haya ni blanco, ni apenas gris, y todo, absolutamente sea del color del carbón. Tan negro como sus pensamientos. Se pregunta ese mismo momento en el que se da el cambio radical que, por desgracia o no, ha tenido cabida en sus pequeños y tímidos sueños. Algo que hace poco tiempo era totalmente distinto. Sí, ella reía a carcajada limpia repetidas veces hasta que la dolía la tripa, tanto cuando las cosas ibas bien como cuando iban a peor. La daba igual todo, la daba igual que lloviese, nevase, diluviase, como que cayeran zapatos del cielo...es que estaba completamente enamorada de la vida.

21/3/15

Trocitos infinitos

Nunca habla claro, nunca sabe si lo que hace o dice está del todo bien. Pero no es algo que tenga mayor importancia para ella. Sin embargo, no es capaz de hablar de lo importante o no, sino más bien de aquello que es real. Cuando habla de real no se refiere a otra cosa que no sea ser fiel así misma porque, para bien o para mal, no puede ser de otra manera. Tampoco es capaz de calificar su manera de ser, pero no debería hacerlo ni ella ni nadie. Habrá quienes lo detesten pero también a quienes los vuelva locos. Y ella eso lo sabe, aunque cueste. Pero la da igual, es consciente de que hay cosas que no se pueden cambiar ni ahora ni nunca, ni esforzándose ni dejando pasar el tiempo...pero seguramente sea eso lo que la haga realmente diferente.